Yoga para embarazadas: beneficios y contraindicaciones

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28 de septiembre de 2020

Ya seas nueva y te estés iniciando o seas una yoguini adepta, practicar Hatha Yoga puede ayudarte a llevar un embarazo más llevadero, pero lógicamente, hay cambios que debes realizar en tu rutina para, tanto evitar hacerte daño como conseguir beneficios en primer lugar, lo mejor es, durante las primeras 12 semanas, interrumpir tu práctica del todo. De esta forma, tú y tu bebé tienen tiempo de acoplarse el uno al otro.

La forma en la que respiras en tu práctica de Yoga es trascendental y tiene varios motivos. En primer lugar, expirar pausadamente afecta el sistema nervioso parasimpático y ayuda a relajar el cuerpo; en segundo lugar, cuando haces respiración Ujjayi, es decir, cerrando la glotis, mantienes el cuerpo caliente y la mente enfocada. Este control sobre la respiración te ayudará mucho durante el nacimiento de tu bebé.

Yoga embarazo posturas prohibidas:

En cuanto a contraindicaciones, lo mejor es evitar posturas que hagan presión sobre el abdomen como Salabhasana, el saltamontes o torsiones fuertes como las Marichyasanas, en la cual tu pierna presiona tu torso para girar más. En Paschimotanasana, o flexión hacia adelante sentado, lo mejor es abrir un poco las piernas, a medida que tu bebé va creciendo, para darle espacio: obtendrás los mismos beneficios y estarás más cómoda.

Beneficios de la práctica del yoga durante el embarazo.

Por el lado bueno, hay muchas posturas que alivian el dolor de la espalda: Trikonasana, el triángulo y Parsvakonasana, o estiramiento lateral, son muy buenas por la extensión que se realiza. Ahora, por excelencia, la secuencia vaca-gato es lo mejor para aliviar la tensión lumbar que a veces se forma debido al peso del bebé: inhala y exhala lentamente, curvando tu espalda hacia adentro y hacia afuera.

Ya para prepararte un poco para el nacimiento, las posturas de apertura de cadera como las Prasarita Padottanasana, postura del gran ángulo y Upavista Konasana, son muy recomendables. Si ya tienes más tiempo practicando, Padmasana, el loto, es lo ideal, pero no trates de forzar la postura si no has llegado a ella todavía o te molestan las rodillas.

Recuerda que este es un momento para tomarte las cosas con calma: elevar las piernas es maravilloso para la circulación y ayuda mucho cuando los tobillos se hinchan. Puedes hacer Sarvangasana, postura sobre los hombros, aunque muchas mujeres prefieren hacer Viparita Karani y apoyar las piernas en la pared cómodamente. En cuanto a Sirsasana o parada de cabeza, no hay ninguna contraindicación específica, sin embargo, hay riesgo de caída, sobre todo porque tu sentido del equilibrio se ve afectado a medida que tu cuerpo cambia, entonces lo más recomendado es evitarla para resguardarte a ti y tu bebé.

Por último hazle caso a tu cuerpo y a tu intuición: si algo no se siente bien, no lo hagas, y ante cualquier duda, pregúntale a tu profesor o inscríbete a tu clase de Yoga prenatal: el sentimiento de comunidad te dará muchos ánimos en estos meses de espera.

Por Monika Cornilliac, Televisión Consciente.
Mónika es instructora de Hatha Yoga por la Asociación Internacional de Yoga Sananda, Madrid, España. Además ha participado en el taller de profundización en el Ashtanga Vinyasa Yoga, Caracas, Venezuela.

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