Cuando comes con atención estás en contacto con tu alimento porque tu mente no está distraída, no piensa en otras cosas, asiste a la comida. Cuando miras la pasa, la ves de verdad y cuando la masticas, sientes realmente su sabor. El presente es el único tiempo que tienes para percibir, aprender, actuar, cambiar, sanar. Por eso, tiene tanto valor la conciencia de cada momento. Auto-enseñarnos practicando este ejercicio hará que nuestras experiencias sean más reales, conscientes y auténticas.
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