Toni
Prats, el maestro de nuestro curso de Tantra, nació en Castellón de la Plana
(España) y creció en Benicarló, un pueblo del norte de la costa valenciana.
Él mismo se define como “un niño con la sensibilidad despierta”. Ya desde la
infancia descubrió que podía comunicarse con la madre naturaleza de manera
profunda. Según confiesa, “llevaba con terror que mis padres descubrieran que
veía luces y colores alrededor de las personas y que en ocasiones veía personas
y otro tipo de seres que en teoría no existían para los demás”. El motivo es
que para la rígida doctrina religiosa de su familia, tener ese tipo de
percepciones es estar del lado del Diablo. Ante el miedo que le producía el
rechazo del clan, bloqueó su sensibilidad para no volver a «ver y escuchar».
A
los 16 años experimentó un despertar repentino de toda la energía contenida
desde su infancia. Comenzaron a surgir ciertas capacidades no comunes y las
experiencias místicas o satoris sucedían casi a diario. En sus propias
palabras, “lo mejor de todo es que me di cuenta que ese cielo estaba aquí mismo
y que era sencillo abrir esa fina cortina que nos separa del mundo espiritual”.
Ese desbloqueo de su energía le llevó a salirse del camino religioso de sus padres
y familiares, pero continuó trabajando en los negocios de sus padres. Seguía
sometido a sus duras normas, aún con miedo a que descubrieran sus secretos
internos y aún siendo esclavo de su aprobación, lo que le abocó a buscar una
salida en las drogas y la vida nocturna, a las que renunció finalmente con la
ayuda de Juan José Blasco, su guía y amigo hasta el día de hoy.
Con
24 años Toni conoció a Astiko y Ketan, serios maestros de Tantra. Acudió a uno
de sus retiros y conectó con la vida de tal manera que hasta el día de hoy
siguen siendo sus referentes. Con el tiempo, su inexperiencia y carácter
extremo le llevó a tener una experiencia espiritual dolorosa y terrorífica que
le sumió en la más profunda desesperación, pues fruto de ella perdió
temporalmente su capacidad de comunicarse con una realidad superior.
Ya
en Madrid Toni conoció a Anand Rudra, formándose con él en Masaje Kaula y pudo
impregnarse de parte de su sabiduría. Se le dio tan bien que decidió dejar el
trabajo que tenía por aquel entonces (vigilante de seguridad) y dedicarse al
Masaje Tantra trabajando para Anand en su centro de masajes y colaborando con
él en las clases de Tantra Kriya Yoga Antiguo, formaciones de Masaje Kaula y
talleres de fin de semana tanto en Madrid como en Barcelona.
Poco
después a Toni le ofrecieron fundar y dirigir en Madrid, un centro llamado
“Espíritu Tantra”. Durante cerca de 3 años, se dedicó a tiempo completo, fines
de semana incluidos, a la dirección del centro, a la formación de los nuevos
masajistas, a talleres individuales y de pareja, a las clases de Tantra Kriya
Yoga Antiguo y a las terapias. Fue una época intensa donde adquirió práctica y,
sin embargo, aunque el centro funcionaba como negocio, pudo observar que los
resultados en los pacientes no siempre tenían el alcance profundo y sanador que
Toni buscaba. Podía ser una experiencia sublime y una apertura al placer. Una
explosión de endorfinas que por supuesto deshacía muchos bloqueos internos. Sin
embargo, eran pocos los que conseguían trascender el deseo y conseguían llevar
esa energía al corazón y la consciencia, quizá por terror a conocerse
realmente.
El hecho de que, además, muchos pacientes desarrollaron una relación de
dependencia tan fuerte como espiritualmente superficial. Toni recuerda estos
años teñidos de un sentimiento de frustración, incapaz de hacer fluir una
energía sexual desbordante. No obstante, aprendió algo extremadamente valioso:
si de verdad se quiere practicar el Tantra de forma sincera, a nivel de
negocio, debe ser un proceso más selectivo, pasando previamente por un
ejercicio de conciencia emocional, de desbloqueo de frustraciones, dependencias
emocionales y con un «para qué» bien claro y marcado.
A consecuencia de esta revelación, Toni decidió dejar el centro de Tantra y
formarse para rellenar ese vacío terapéutico. Se formó en Meditaciones Activas
de Osho, volviendo a contactar con Astiko para conectar de nuevo con el Tantra
Esencial en los retiros que realiza. Se formó también en Bioneuroemoción y
actualmente está en formación de Codependencia y Sanación del Niño Interior con
Ketan, que, en su opinión, es uno de los grandes y más sinceros maestros de
conciencia y de Tantra que hay en España.
Para
Toni, la sanación es algo serio. Al igual que el maestro de artes marciales, el
guía o terapeuta, antes de ofrecer una herramienta debe proporcionar la
consciencia necesaria para usarla de forma efectiva, pero en el contexto
adecuado y para el bien general. Es por esto que ha cedido a Televisión
Consciente su trabajo adjunto al video de Masaje Tantra Kaula.
Con
la humildad que le caracteriza, Toni nos dice “estoy trabajando en mi
potencial, intentando superar mis limitaciones a la hora de ofrecer al mundo
una antiquísima Joya como lo es este masaje. A maestros como Anand Rudra o
Astiko les vale su presencia para transmitir el conocimiento profundo. Mientras
llegue a ese punto, aquí estoy para hacer lo que sé y lo que puedo de la forma
más íntegra, total, auténtica y sincera que me sea posible”.