Introducción al tantra

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29 de septiembre de 2020

          Desde el nacimiento, el ser humano es empujado a colocar barreras a nivel físico, emocional y sexual dentro de su propia vida. Los padres y la sociedad establecen pautas y modelos de conducta que nos limitan y encajonan.

          Tantra, en términos generales, te enseña, a nivel práctico y no sólo mental, a experimentar la expansión de la conciencia y reconocer la interconectividad que tienes con la existencia, liberándote así de anclajes y bloqueos. De esta forma se desarrolla lo que muchas prácticas religiosas buscan: ser UNO contigo mismo y con todo el universo a través de enfocar tu consiente en tu propio ser a través de distintas herramientas. El tantra reconoce al ser humano como una divinidad en sí misma.

          Hasta hace 2 años se creía que el Tantra Dravidiano tenía un origen de más de 5 mil años. Un nuevo hallazgo arqueológico en la India a re-establecido a más de 8 mil años el nacimiento de la cultura Dravidiana. Podemos decir por ello que el Tantra como práctica pagana y filosofía de fe se genera en ese tiempo y en esa cultura.

          Tipos de tantra

          Tantra en su uso y práctica se enfoca en tres niveles energéticos: Físico; Mental y Sexual o Sagrado. Las diversas escuelas filosóficas y religiosas optan por focalizar más en un sentido energético que en otro, hablando de:

          1. Tantra Blanco o de la mano derecha: se centra en el aspecto energético físico y mental , dejando la sexualidad sagrada aparcada a un proceso místico y de interconexión con lo divino

          2. Tantra Rojo o de la mano izquierda: hace referencia al trabajo con la energía sexual sagrada con el fin de alcanzar la interconexión con la espiritualidad y con lo divino dentro de ti.

          Cualquiera de ambas tendencias permitirá alcanzar un estado de conciencia elevado y transformar tu ser y lo más importante, tu vida.

          La manera de llegar a ello tendrá caminos más cortos o mucho más complejos en cada una de sus vertientes. La intencionalidad de la práctica variará, como también lo harán los objetivos y la forma de alcanzar esos estados anímicos.

          El tantra es un modo de hacerse consciente de uno mismo, de usar el deseo como motor de arranque, un modo placentero de viajar hacia uno mismo, de ganar presencia y usar esa presencia para relacionarse con los demás y con la vida de forma más auténtica, más inocente, más vital y un poco menos racional.

          El Tantra es amor, presencia y autenticidad a cada instante. El fin último es fundirse con el otro en el sentido de que el amor llegue a ser tal, que el otro desaparezca en ti y tú en el otro. Cuando esto sucede, los 2 que son 1 se funden con toda la creación y luego el Universo desaparece y aparece el Creador. Este es el verdadero orgasmo tántrico.

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