La mayoría de las personas se sienten abrumadas por la cantidad de problemas que tienen en su vida. O de lo mal que está el mundo, o su situación vital o su entorno, o… siempre hay algo a lo que agarrarnos para argumentar que la raíz de los problemas que nos acosan está fuera de nosotros, normalmente en un ámbito que no podemos controlar (total o parcialmente) y por tanto no depende de nosotros. Dicho de otro modo, hasta que tal o cual cosa o persona no cambie, nuestra Felicidad está comprometida. Sin embargo, este axioma contiene una gran trampa, muy fácil de detectar por otro lado: si gran parte de la solución está fuera de nosotros mismos, estamos abocados a la infelicidad permanente. ¿Estás dispuesto a aceptar este resultado? ..." /> La mayoría de las personas se sienten abrumadas por la cantidad de problemas que tienen en su vida. O de lo mal que está el mundo, o su situación vital o su entorno, o… siempre hay algo a lo que agarrarnos para argumentar que la raíz de los problemas que nos acosan está fuera de nosotros, normalmente en un ámbito que no podemos controlar (total o parcialmente) y por tanto no depende de nosotros. Dicho de otro modo, hasta que tal o cual cosa o persona no cambie, nuestra Felicidad está comprometida. Sin embargo, este axioma contiene una gran trampa, muy fácil de detectar por otro lado: si gran parte de la solución está fuera de nosotros mismos, estamos abocados a la infelicidad permanente. ¿Estás dispuesto a aceptar este resultado? ..." />