¿Qué significa dieta Macrobiótica?

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29 de septiembre de 2020

La palabra "macrobiótica" proviene del griego y significa "larga vida". Hipócrates ya se refería entonces a esta manera de vivir cuando decía: “sea el alimento tu medicina y la medicina tu alimento”.

¿Cuál es el origen de la macrobiótica?


Se considera fundador de la macrobiótica moderna al filósofo japonés George Ohsawa, inspirado por sus raíces orientales, siendo su discípulo, Michio Kushi, quién expandió esta doctrina en occidente, abriendo el Instituto Kushi en Boston en 1978. Junto con su mujer Aveline, Kushi publicó numerosos libros sobre macrobiótica y fue el principal impulsor de la dieta en Norteamérica.

Dieta macrobiótica: principios


La dieta macrobiótica es predominantemente vegetariana, baja en grasas y rica en fibra y hace hincapié en la ingesta de cereales integrales, judías, legumbres y verduras. Es baja en grasa animal saturada, lácteos y azúcar. Además, la dieta macrobiótica es rica en fitoestrógenos provenientes de la soja. En la medicina alternativa, esta dieta se recomienda a veces a personas con dolencias crónicas. No obstante, no existen pruebas científicas que corroboren sus posibles beneficios.

Los granos integrales suelen representar el 50%-60% de cada comida. Puede incluirse arroz integral, trigo integral, cebada, mijo, centeno, maíz, trigo sarraceno y otros granos enteros. Pueden comerse ocasionalmente copos de avena, noodles, pasta, pan, productos horneados y otros productos hechos con harina.

Dieta macrobiótica:


  • Sopa. Uno o dos platos de sopa al día. Se suele utilizar miso y soja (hecho de judías de soja fermentadas).
  • Las verduras suelen representar el 25%-30% del menú diario. Hasta un tercio de la ingesta total de verduras pueden ser crudas. Si no, las verduras pueden ser cocinadas al vapor, cocidas, horneadas o salteadas. Las judías representan el 10% de la ingesta diaria.
  • Se incluyen judías cocinadas o productos derivados de la soja como tofu, tempeh y natto.
  • Productos de origen animal. Se puede consumir una pequeña cantidad de pescado o marisco varias veces por semana. Hay que evitar la carne, pollo, huevos y productos lácteos. El pescado o marisco puede comerse con rábano, wasabi, jengibre, mostaza o rabanito picante para ayudar al cuerpo a eliminar las toxinas del pescado.
  • Las semillas y nueces se comerán con moderación. Pueden tostarse ligeramente y salarse con sal marina o salsa de soja.
  • Las frutas locales pueden consumirse varias veces por semana. Pueden incluirse manzanas, peras, melocotones, albaricoques, uvas, bayas, melones y otras frutas. Las frutas tropicales como el mango, la piña y la papaya suelen evitarse.
  • Los postres se comerán con moderación, unas dos o tres veces por semana. Los postres pueden ser disfrutados por las personas que tienen buena salud. Se hará hincapié en los alimentos con sabor dulce como las manzanas, calabaza y frutas desecadas. Pueden utilizarse edulcorantes naturales como sirope de arroz, malta de cebada y amazake. El azúcar, miel, melazas, chocolate, algarroba y otros edulcorantes han de ser evitados.
  • Para cocinar se utilizará aceite vegetal sin refinar. Uno de los aceites más utilizados para dar sabor es el aceite de sésamo oscuro. Otros aceites recomendados son el aceite de sésamo claro, aceite de maíz y aceite de semillas de mostaza.
  • Entre los condimentos destacan la sal marina natural, la salsa de soja, el vinagre de arroz integral, vinagre de umeboshi, ciruelas umeboshi, raíz de jengibre rallada, pepinillos fermentados, gomasio (semillas de sésamo tostadas), algas tostadas y cebolleta.

Las recomendaciones dietéticas son individualizadas y se basan en factores como el clima, estación, edad, sexo, actividad y estado de salud.

Advertencias:

Algunos nutricionistas consideran que la dieta macrobiótica es demasiado restrictiva y carece de muchos nutrientes, como proteínas, vitamina B12, hierro, magnesio y calcio. Debido a la falta de investigaciones que respalden los beneficios de esta dieta para la salud, la dieta macrobiótica no puede ser recomendada como tratamiento estándar de ninguna dolencia. Si estás interesado en probar esta dieta, asegúrate de consultar a un médico antes de comenzar el tratamiento. La falta de asesoramiento sobre la dieta y eludir o retrasar la atención estándar pueden tener graves consecuencias para la salud.

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