Resonancia mórfica: la memoria de la especie humana.
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28 de septiembre de 2020
La resonancia mórfica es una teoría innovadora propuesta por el biólogo Rupert Sheldrake, que sugiere que cada especie posee un campo de memoria que trasciende al individuo. Esta idea ha generado un intenso debate en la comunidad científica y más allá, atrayendo tanto la admiración como la crítica. A pesar de la controversia, el trabajo de Sheldrake ha resonado entre aquellos interesados en explorar las fronteras del conocimiento científico.
Rupert Sheldrake, doctorado por la Universidad de Cambridge, ha sido objeto de controversia principalmente por su interés en áreas que se encuentran en la intersección entre la ciencia y lo que muchos consideran pseudociencia, como la telepatía y la conexión especial entre mascotas y sus dueños. Algunos lo ven como un pensador radical y un innovador, mientras que otros critican su enfoque poco convencional.
¿Qué es la resonancia mórfica?
En su libro "Una Nueva Ciencia de la Vida: La Hipótesis de la Resonancia Mórfica" (1981), Sheldrake explica su concepto fundamental de la siguiente manera:
"La resonancia mórfica es un principio de memoria en la naturaleza. Todo lo similar dentro de un sistema autoorganizado será influido por lo que ha sucedido en el pasado, y todo lo que ocurra en el futuro en un sistema similar será influido por lo que sucede en el presente."
Según Sheldrake, esta "memoria" se basa en la similitud y se aplica a una amplia gama de entidades, desde átomos y moléculas hasta organismos vivos, animales, plantas, cerebros, sociedades, e incluso planetas y galaxias. La resonancia mórfica propone que la memoria y los hábitos en la naturaleza no son simplemente heredados genéticamente, sino que hay una influencia colectiva que permite que habilidades y conocimientos se transmitan horizontalmente entre los miembros de la misma especie.
Y, ¿Qué son los campos mórficos?
Los campos mórficos son un concepto central en la teoría de Sheldrake. Él define los campos mórficos como "campos de forma; campos, patrones o estructuras de orden" que organizan no solo a los organismos vivos, sino también a cristales y moléculas. Cada tipo de molécula, como la hemoglobina o la insulina, posee su propio campo mórfico. Estos campos no solo ordenan la naturaleza, sino que también son fundamentales para entender los instintos y patrones de comportamiento.
Sheldrake explica que:
"Morfo proviene de la palabra griega 'morphe', que significa forma. Estos campos son los que ordenan la naturaleza. Hay muchos tipos de campos porque hay muchos tipos de cosas y patrones en la naturaleza."
La resonancia mórfica, por lo tanto, amplía la comprensión de la evolución, sugiriendo que las especies pueden beneficiarse de la experiencia colectiva acumulada a lo largo del tiempo. Esto no solo afecta la evolución de una especie, sino que también puede acelerar los procesos evolutivos mediante la transmisión de conocimiento y habilidades.
Implicaciones y Críticas
Aunque la teoría de la resonancia mórfica ha sido bien recibida por algunos como una explicación fascinante del comportamiento animal y la evolución, también ha enfrentado críticas significativas. Muchos científicos cuestionan la falta de evidencia empírica sólida y la naturaleza especulativa de las afirmaciones de Sheldrake. Sin embargo, su trabajo ha inspirado un debate enriquecedor sobre la naturaleza de la conciencia, la memoria y la evolución.
La resonancia mórfica de Rupert Sheldrake desafía las nociones tradicionales sobre cómo las especies evolucionan y se desarrollan. Su enfoque invita a una re-evaluación de cómo entendemos la interconexión entre los seres vivos y el papel de la memoria colectiva en la naturaleza.
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