Yoga para niños, ¿Cuáles son sus beneficios?
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11 de octubre de 2024
El yoga para niños se ha convertido en una práctica popular no solo para ayudar a los más pequeños a moverse y divertirse, sino también para apoyar su desarrollo físico, mental y emocional. En un mundo donde la presión escolar, los videojuegos y la competitividad social crean entornos estresantes, el yoga ofrece un espacio de tranquilidad y disfrute que puede ser compartido por toda la familia.
El yoga como herramienta para el desarrollo de inteligencias múltiples
Es fundamental, durante el desarrollo de los niños, fomentar distintos tipos de inteligencia. Cada niño posee diferentes tipos de inteligencia, algunos más pronunciados que otros. Howard Gardner propuso la teoría de las "Inteligencias Múltiples", que sugiere que no existe una única forma de ser inteligente, sino que las personas pueden destacar en áreas diferentes. El yoga para niños contribuye al desarrollo de varias de estas inteligencias de manera creativa y divertida.
A continuación, te mostramos cómo el yoga ayuda a desarrollar diferentes tipos de inteligencia:
Inteligencia corporal-cinestésica: Al practicar yoga, los niños usan su cuerpo de manera consciente. Mejoran su coordinación, equilibrio y control sobre sus movimientos, lo que refuerza esta forma de inteligencia. Las posturas (asanas) les enseñan a entender y cuidar su cuerpo.
Inteligencia emocional: El yoga enseña a los niños a gestionar sus emociones a través de la respiración y la meditación. Aprenden a reconocer y aceptar sus sentimientos, cultivando una actitud calmada y equilibrada ante los desafíos emocionales.
Inteligencia interpersonal: En las clases de yoga en grupo, los niños desarrollan la capacidad de interactuar y trabajar en equipo, fortaleciendo sus habilidades sociales. La práctica fomenta la empatía, el respeto y la cooperación entre los compañeros.
Inteligencia intrapersonal: El yoga también promueve el autoconocimiento. Los niños aprenden a ser conscientes de sus propios pensamientos y sentimientos, lo que les ayuda a entenderse mejor a sí mismos y a tomar decisiones más conscientes en su vida diaria.
Inteligencia lingüístico-verbal: A través de cuentos, canciones y la narrativa utilizada en las clases de yoga, los niños desarrollan su capacidad de comunicación. Las historias y mantras (frases o palabras que se repiten) contribuyen a mejorar su comprensión y expresión verbal.
Inteligencia naturalista: Al adoptar posturas inspiradas en la naturaleza, como el árbol (Vrksasana) o el perro (Adho Mukha Svanasana), los niños desarrollan una conexión con el mundo natural. Comprenden la interdependencia entre los seres vivos y el respeto por el medio ambiente.
Inteligencia creativa: El yoga para niños es una experiencia llena de imaginación. Las posturas, juegos y ejercicios creativos permiten que los niños exploren nuevos mundos y se expresen de manera artística.
Inteligencia lógico-matemática: Aunque no es el foco principal del yoga, ciertas posturas y movimientos requieren un razonamiento lógico y espacial. El yoga fomenta la planificación de movimientos y el control preciso del cuerpo, lo que puede influir en el desarrollo de la inteligencia lógico-matemática.
Beneficios del yoga para niños
Además de fomentar diferentes tipos de inteligencia, el yoga ofrece una amplia gama de beneficios para los niños:
Desarrollo de la imaginación y creatividad
A diferencia de las clases de yoga para adultos, las sesiones de yoga para niños incluyen cuentos, canciones, juegos, e incluso disfraces. Estas herramientas permiten a los niños explorar su creatividad e imaginación de manera activa. Al adoptar posturas de animales y elementos de la naturaleza, los niños pueden "convertirse" en leones, serpientes, árboles o montañas, estimulando su capacidad de soñar, crear y contar historias.
Fomento del juego simbólico
Las posturas de yoga adaptadas a los niños están diseñadas para facilitar el juego simbólico. Este tipo de juego, en el que los niños "fingen" ser otra cosa o persona, es fundamental para el desarrollo cognitivo y emocional en los primeros años de vida. El yoga para niños se convierte así en una extensión de su juego natural, lo que refuerza habilidades sociales y el autoconocimiento a través del juego.
Establecimiento de rutinas de relajación
El yoga para niños ayuda a los pequeños a incorporar técnicas de relajación en su vida diaria, como la respiración profunda, las posturas relajantes o la meditación guiada. Estas técnicas se enseñan de manera adaptada a su nivel, y pueden ser utilizadas en momentos de estrés, antes de dormir o incluso en el entorno escolar. Esto les proporciona herramientas efectivas para lidiar con las emociones desde una edad temprana.
Mejora de la capacidad de atención de una manera divertida
En lugar de requerir que los niños permanezcan inmóviles durante períodos prolongados, como en clases de adultos, las clases de yoga para niños alternan entre actividad física y momentos de calma, lo que ayuda a entrenar la atención sin que se sientan presionados. Esto puede tener un impacto positivo en su capacidad para concentrarse y prestar atención en la escuela o en otras actividades, a la vez que mantienen el interés y el entusiasmo.
Fomento de la autoestima y la autoexpresión
El yoga para niños permite que cada niño explore su propio cuerpo y movimientos a su propio ritmo, sin competitividad. A través del juego y las posturas, los niños comienzan a sentir confianza en sus habilidades físicas y emocionales, lo que contribuye a una mejor autoestima. Además, la libertad creativa que ofrece el yoga les ayuda a expresarse sin temor al juicio.
Establecimiento de límites saludables a través del cuerpo
Los niños aprenden a ser conscientes de su propio cuerpo y de su espacio personal mientras practican yoga, lo que les enseña a establecer límites físicos de una manera saludable. Esto es crucial en su desarrollo para que aprendan a respetar su propio espacio y el de los demás, y a tomar decisiones sobre su cuerpo de manera consciente y segura.
Estimulación del desarrollo sensorial
Las clases de yoga para niños suelen incluir elementos sensoriales, como sonidos relajantes, texturas suaves (alfombras o cojines), luces cálidas, y el uso de la voz de manera suave y armónica. Esto estimula el desarrollo sensorial en los niños, ayudándoles a afinar su percepción del mundo a través de los sentidos y a relacionarse con su entorno de manera más profunda y conectada.
Fomento del autocontrol emocional y la regulación de impulsos
Las técnicas de respiración y la meditación que se enseñan en yoga ayudan a los niños a reconocer sus emociones y a aprender a calmarlas. En lugar de actuar impulsivamente, el yoga les enseña a pausar, respirar y tomar decisiones más conscientes, lo que es particularmente útil en situaciones de frustración o conflictos con otros niños.
Refuerzo de la memoria y secuencias motrices
Las secuencias de posturas de yoga para niños están diseñadas para mejorar su memoria y su capacidad para recordar movimientos en un orden específico. A través de las rutinas repetitivas y el juego con patrones de movimiento, los niños desarrollan habilidades motoras, coordinación y agilidad mientras refuerzan su capacidad para aprender secuencias de forma divertida.
Integración de la familia y los amigos en la práctica
El yoga para niños suele involucrar la participación de la familia, especialmente en clases de yoga en familia. Esta integración refuerza los lazos familiares y ofrece un espacio compartido de juego y conexión. También fomenta el trabajo en equipo y el compañerismo cuando se practica con amigos, mejorando sus habilidades sociales y promoviendo una sensación de comunidad.
¿Cómo es una clase de yoga para niños?
El yoga para niños se caracteriza por un ambiente lúdico y colaborativo. A menudo, las clases se realizan en un círculo, lo que permite que todos los niños se vean entre sí y compartan la experiencia de forma conjunta. No hay presión para hacer las posturas "perfectamente", ya que el énfasis está en disfrutar del proceso y en la autoexpresión.
Además, el entorno es seguro y acogedor, donde se respeta el ritmo de cada niño. No se trata de competir, sino de explorar el cuerpo y la mente a su propio ritmo. La interacción con otros niños también fomenta el compañerismo y la empatía, ya que trabajan juntos en actividades grupales, aprenden a colaborar y se apoyan mutuamente durante los ejercicios.
Estructura típica de una clase de yoga para niños
Bienvenida y calentamiento: La clase comienza con un saludo a los niños de manera lúdica, a menudo utilizando canciones o juegos que los preparen para la actividad física. Se realiza un calentamiento suave con movimientos sencillos que involucran todo el cuerpo, creando un ambiente relajado y alegre.
Cuentos y posturas: A medida que avanza la clase, se introducen cuentos o historias que sirven de base para realizar las posturas. Por ejemplo, los niños pueden "viajar" a una selva donde adoptan la postura del león (Simhasana), o imaginar que son árboles fuertes balanceándose con el viento en la postura del árbol (Vrksasana). A través de estas narrativas, los niños practican yoga sin siquiera darse cuenta de que están haciendo ejercicio.
Juegos en movimiento: Durante la clase, se incluyen juegos que combinan movimiento y concentración. Estos juegos están diseñados para mejorar su coordinación y habilidades motoras, mientras les enseñan a prestar atención a su respiración y postura. Los juegos pueden incluir correr, saltar, imitar sonidos de animales o caminar en equilibrio, siempre de manera segura y divertida.
Respiración y relajación: Al final de la clase, los niños son guiados hacia la calma a través de ejercicios de respiración. Utilizando técnicas adaptadas a su edad, se les enseña a respirar profundamente, lo que ayuda a calmar su mente y cuerpo. Estos ejercicios a menudo se acompañan de visualizaciones o canciones suaves que los invitan a relajarse completamente.
Meditación o mindfulness: En muchas clases de yoga para niños, se incluyen breves momentos de meditación o atención plena (mindfulness). Estos ejercicios son simples y adaptados a su nivel, como invitar a los niños a concentrarse en su respiración o en el sonido de una campana. La intención es que aprendan a estar presentes en el momento, a relajar la mente y a cultivar una actitud tranquila.
Cierre y despedida: La clase termina con una breve despedida, agradeciendo a los niños por participar. Muchas veces se cierra la sesión con un mantra corto o una palabra de reflexión positiva, creando un ambiente de gratitud y calma para finalizar la experiencia.
¿Cuál es la edad adecuada para empezar con el yoga?
El yoga puede comenzar desde edades tempranas. Existen prácticas adaptadas para bebés hasta los 3 años, y a partir de los 3-4 años, los niños pueden unirse a clases de "Yoga para Niños". Es una actividad que se puede disfrutar en familia, fortaleciendo los lazos y promoviendo el bienestar colectivo.
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