10 hábitos en la comida que transformarán tu vida

Contenido propio

28 de septiembre de 2020

Cada vez se pone de manifiesto de forma más clara la influencia que tiene la comida en el estado de ánimo, la salud, la complexión física, el estado emocional, las capacidades cognitivas y el estado general de consciencia. El ritmo vertiginoso al que nos está llevando la tecnología hace que tengamos menos oportunidades de prestar atención al momento presente, y esto es especialmente grave en la hora de la comida.

Cada día somos más los que otorgamos una importancia fundamental al acto de comer, pero la realidad es que todavía son mayoría de los que no ponen ninguna atención a la forma en la que se alimentan, haciéndolo como meros autómatas. Para todos ellos van dedicadas estas recomendaciones, fruto de muchos años de lectura, investigación y experiencia propia:

  1. Selecciona muy bien la comida que comes.  Esto es especialmente importante ahora que la mayoría de los alimentos que están a nuestra disposición son de bajísima calidad energética y nutricional, cuando no manifiestamente tóxicos. Ten en cuenta como sienta a tu organismo cada alimento que ingieres y evita aquellos que sientas que pueden estar causando daño. Intenta seleccionar alimentos menos procesados ​​y disocia elementos que entiendas que no combinan bien en una misma comida.
  2. Para para comer y crea un espacio dedicado exclusivamente a esta actividad. Nunca comas de pié corriendo o con prisa, esto afectará mucho a tu digestión ya tu salud.
  3. Dale importancia a los momentos y elementos previos a la comida. La compra, la mesa, la vajilla, la forma de cocinar los alimentos, influyen mucho en el resultado final. El aspecto visual y los olores influyen en nuestra mente y cuerpo ejerciendo un gran poder transformador. Por supuesto, apaga el televisor, el teléfono móvil, ordenador o cualquier elemento que pueda estropear este momento sagrado.
  4. Bendice la comida como acto de respeto y de toma de consciencia contigo mismo. No importa que no sigas ninguna religión, haz un pequeño ritual con palabras que agradezcan a la materia en sus estados anteriores, a los que la preparan o acuérdate de los que no pueden disfrutar de este momento. 
  5. Come de manera consciente. Se consciente de la forma en la que tienes colocada la espalda, del tacto de la cuchara en tu mano, de la armonía de tus movimientos al acercarla a la boca y del calor que desprende el alimento al entrar en contacto con tu paladar. Intenta estar en el momento presente en cada porción de comida que pase por tu boca, disfrútala y saboréala como si fuese el mayor de los regalos.
  6. Mastica mucho la comida y enfócate en el propio acto de masticar evitando las distracciones. Dicen que un mínimo de 30 veces hará que puedas facilitar mucho el disfrute de la comida, la digestión de los alimentos y la extracción de los nutrientes.
  7. Come lento y en silencio. Esto te dará la oportunidad de estar más presente y beneficiará tu salud. Que la energía de tu mente se enfoque en el acto en si mismo y no en la conversación.
  8. No bebas agua durante la comida, hazlo antes o 1 hora después, de forma que el agua no apague el “fuego” de tu digestión. Tampoco bebas agua muy fría. Los maestros ayurvédicos recomiendan estas sencillas prácticas que si la sigues pronto descubrirás sus ventajas.
  9. No comas demasiada cantidad. Es mejor quedarte con sensación de tener un poco de hambre y hacer varias comidas al día. Te sentirás menos pesado y podrás digerir mejor.
  10. Se consciente de cómo te ha sentado la comida. Observa las sensaciones que te ha dejado, sabor de boca, acidez, pesadez, sopor, pequeñas molestias que te permitirán iniciar el ciclo de la alimentación la próxima vez con más éxito.