Meditación guiada donde podrás utilizar diferentes anclas o puntos de atención para favorecer la concentración.
Para empezar esta meditación te invito, como siempre, a elegir una postura que te permita mantener la espalda erguida, los hombros relajados
Cerrar los ojos si eso es cómodo para ti
Empezamos conectando con las sensaciones del cuerpo, el peso, el contacto con la superficie, donde estamos apoyadas, apoyados
Identificamos ese lugar de nuestro cuerpo donde notamos la respiración
Quédate ahí
Recuerda que no hay un lugar mejor o peor en tu cuerpo
No tiene que ser siempre el mismo, puedes ir variando, puedes ir experimentando
Cada meditación es nueva
Acércate a ella con una mente de principiante, abierta, abierta a la experiencia, siempre cambiante
Puedes adoptar, si te han funcionado, algunas de las técnicas que hemos visto en la meditación anterior
Contar o repetir mentalmente in, ex, cuando inhalas y exhalas
O puedes simplemente mantener la atención, dejar que descanse en la respiración
Intentamos que la atención se ligera, que se vaya posando en la respiración, en el acto de respirar como una mariposa se va posando en una flor
Y como siempre, tu mente se va a dispersar, van a llegar pensamientos, planes, recuerdos, comentarios mentales
Inténtalo y no hacerles caso
Cuando te des cuenta de que esto ha pasado, trae tu mente de vuelta
Recuerda que este momento en el que te has dispersado y te has dado cuenta es el momento mágico de la meditación
Es el momento en el que puedes ser realmente diferente
Puedes retomar el control sobre tu mente, traerla de vuelta y además puedes hacerlo con una actitud amable hacia ti misma
Así que observa, te invito a que observes en esta meditación, cómo te hablas a ti misma cuando te das cuenta de que te has dispersado, de que tu mente se ha ido
Entranando la actitud del meditador, que es una actitud curiosa, amable, sin juicio, sin frustración
Los pensamientos vienen, los pensamientos se van, como nubes en el cielo
Algunos más ligeros, más claros, otros oscuros, pesados
Puede haber tormenta en nuestra mente o puede haber un día despejado, claro
Observa lo que hay, otra vez con una actitud imparcial hacia lo que sucede en tu mente
Estás aquí, estás respirando
Y cuando lo desees, puedes volver a llevar unos momentos la atención a las sensaciones de contacto, de peso de tu cuerpo
Haciendo algún movimiento, si es lo que necesitas ahora
Si tienes los ojos cerrados, volver a abrirlos
Audio:
Subtítulos:
Consejos para favorecer tu práctica
Introducción a la meditación
Práctica de Pranayama 1: Kapalabhati
Meditación día 5
Meditación día 2
Meditación día 4
Meditación día 7
Práctica de Pranayama 3: Ujjayi
Meditación día 3
Práctica de Pranayama 2: Nadi Shodhana