Ducharse es un placer con obvios beneficios para nuestra salud, pero si sumas conciencia y pautas de meditación a este gesto cotidiano, la ducha será tu mayor aliada antiestrés y tu momento spa del día. El agua es un vehículo emocional natural que nos ayuda a relajarnos, a aflojar cada músculo, la mente y se lleva todo aquello que nos pertuba, todo el ruido mental. Convertirlo en un ritual es a la vez un reto y algo muy fácil porque nos duchamos cada día y está al alcance de todos, pero transformar costumbres automatizadas en hábitos conscientes marca la diferencia , la clave está en la intención. Nuestra experta en mindfulness te explicará cómo debes proceder para disfrutar de una ducha consciente, para que entres en el estado correcto desde el primer momento.
Hoy te voy a indicar los pasos que debes seguir para que en tu próxima ducha realices un ejercicio de atención plena o mindfulness
La ducha es un momento muy relajante y sensitivo pero por lo general lo pasamos desapercibido con nuestra radiomental conectada
Es un gran momento para habitar nuestro cuerpo, ser conscientes de lo que sucede y sobre todo disfrutarlo
La ducha será una práctica potente para evitar dejarte llevar por tu torrente mental y evitar también hacer las cosas en piloto automático
Por lo general cuando nos duchamos nuestra mente está en cualquier otro lugar menos en la ducha
Si nuestro cuerpo se fuera dónde está nuestra mente, podríamos aparecer desnudos y llenos de jabón con la esponja la mano, haciendo cola en el banco, en el colegio, en el trabajo o en el supermercado
Así que en tu próxima ducha cada vez que te des cuenta de que estás pensando en otra cosa, céntrate en las sensaciones de la ducha, el agua, el aroma del jabón que usas, la temperatura, la textura de la esponja, las sensaciones que tienes al frotar cada parte de tu cuerpo
Date la ducha como si fuera la última que vas a darte, totalmente concentrado en ese momento y saboreando cada instante
Siente como el agua cae en tu cabeza, como peina tu cabello
Mira las gotas en la mampara o la cortina
Escucha atentamente el sonido del agua mientras cae
Observa la luz que hay en ese momento
Atento a tu cuerpo
Habita tu cuerpo
Silencia tu mente
Respira tranquilamente prestando atención a cómo entra y sale el aire de tu cuerpo, a su temperatura, su humedad, como llena tu pecho, como se abren tus costillas, como te expandes y contraes una y otra vez
Cada vez que tu mente se distraiga y entre a sonar esa radio mental, apágala y vuelve a lo que estás haciendo
Cuando te des cuenta de esto no te enfades, siéntete feliz de haberte dado cuenta y continúa poniendo atención a las sensaciones físicas
Poco a poco y con la práctica irás aumentando el tiempo de ducha consciente y notarás sus beneficios en tu día a día
Esto es todo por hoy, deseo de todo corazón que en tu próxima ducha consigues al menos sentirse conectado con el ahora, durante un minuto
Es bastante para la primera vez, créeme
Hasta el próximo episodio, feliz momento presente
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Subtítulos:
19 Vida social plena
04 Pasado, presente y futuro
11 Escucha activa
13 Ducha consciente
06 Ser, estar y parecer
08 Escaneo Corporal
29 Aceptar lo que es
09 Solo ser
02 Analizar vs sentir
27 La danza del fuego