Para practicar la meditación con una vela, o llama encendida, comienza aquietando la respiración poco a poco. Cuando sientas que su estado está más relajado, mira fijamente el objeto y trata de verlo en su totalidad, sin elaborar algún tipo de pensamiento, juicio o interpretación. Si algún pensamiento llega a la mente, simplemente déjalo pasar. Vuelve a concentrarte en el objeto. Hoy pondrás tu atención en la llama, en su movimiento, color, temperatura, aroma. Un ejercicio realmente gratificante.
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Subtítulos:
19 Vida social plena
24 Expandir tu amor
20 Tareas rutinarias
07 Poner la alarma
03 Luchar vs Aceptar
06 Ser, estar y parecer
12 Observación activa
29 Aceptar lo que es
16 Atención al diálogo interno
04 Pasado, presente y futuro